Ponce en 1831

Ponce. Está situado en la costa S. de la Isla, media legua al interior. Colinda por el N. a seis leguas con Adjuntas, por el L. a tres con Juana Díaz, y por el O. con Peñuelas, distante cuatro leguas. Tiene dos leguas y media de estensión N. S. y L. O. Según opinión de los vecinos antiguos se fundó este pueblo en 1752. Sus límites o guardarayas con Peñuelas, principian en el Peñón siguiendo la cordillera hasta los Ausubos; desde este punto por la altura del Ruso a Cerro pelado, con Adjuntas; y siguiendo por la altura de Pellejas, al Hato de las cruces a dar al cerro de Jayuya, con Utuado; de este sitio a coger el naciente de Inabón, aguas abajo hasta incorporarse con Jacaguas, siguiendo sus aguas hasta su salida al mar, es la división con Juana Díaz.

Los ríos que riegan este partido son el Marueño, que nace en la cuchilla del Rucio, inmediato a Peñuelas, en cuya jurisdicción e inmediato a la misma cuchilla como a distancia de dos caballerías nace el de Canas, que se une a aquel en el sitio nombrado angola, recibe la quebrada Limón que nace en Carbache, y la Toro que entra en Canas antes de incorporarse al Marueño, desembocando al mar en el parage nombrado los Meros: ambos ríos se secan en la bajura en tiempos que faltan las lluvias. El río Portugués, conocido con los nombres de San Antón, Tibes y otros; tiene su nacimiento en el cerro Guilarte jurisdicción de Adjuntas, y allí se separa el de Añasco, recibe después parte de las aguas de quebrada Toro y las del Barreal y desemboca al mar al O. de puerto real: este río cría en sus orillas nogales como los de España, cuya fruta es igual a la de aquellos aunque de cáscara más dura; su cauce es mayor que el de los anteriores, y en parte se filtra y vuelve a salir abundante. Río Chiquito, nace en el sitio nombrado los Montes llanos en el barrio de Tibes, recibe las aguas de la quebrada del Pastillo, y se incorpora en el Portugués y sitio de las Parras: es lo mismo que los dos primeros. Río Bucaná, nace en la jurisdicción de Utuado , en el cerro de Jayuya, a la izquierda del río Inabón a poca distancia, es conocido con diferentes nombres de los varios sitios por donde pasa, recibe las aguas de un riachuelo llamado Jauca, después las de la quebrada de la Palma, las del río de San Patricio que nace en el sitio del Corcho jurisdicción de Utuado, las de la quebrada del Guayabo y quebrada de Maragues, entra en seguida en el río Bayagán, que nace en la sierra de Pedro Martín, y desemboca al mar por la parte L. de puerto real; en todo es igual al río Portugués. El río Inabón, nace al S. del cerro de Jayuya, recibe las aguas de los ríos de las Bacas y de las RAíces, las de quebrada Honda, Cienegas, Cuchilla del viejo Mingo o de la Guasima, Piedras y otra que viene de un parage nombrado la Mesa, la de Hato demolido y la de la quebrada Corral falso, y desemboca en el río Jacaguas, en el barrio de Capitanejo: este río es de poco caudal, escepto en tiempo de lluvias, y es el que divide la jurisdicción com Juana Díaz. El río Jacaguas, nace en la altura que divide este partido del de Manatí, nombrada de Matrulla y apeaderos, y es división del citado Juana Díaz con este de Ponce: en el barrio de Capitanejo recibe las aguas de la quebrada de la Palma, de la de los Plátanos, los Cedros, Semil, María González o el Achote, y la de las Cañitas; después le entra el río Inabón en el mismo barrio y sitio de la cuarta de tierra y desemboca al mar en el parage nombrado los Placeres: este río es caudaloso y a pesar de su cauce y de haberse reputado siempre por permanente, fue tal la seca de 1824 en la parte S. de la Isla, que desde su descenso o salida de las montañas, no tuvo agua alguna, y sólo filtró una corta cantidad en su salida al mar.

Los terrenos de este partido, particularmente los bajos o vegas, son fertilísimos, hasta el punto de ser productivos después de un año de seca: se puede asegurar que con los rocíos y un mes de aguas, las tierras de Ponce están en disposición de ofrecer cosechas cuantiosas, tal es su feracidad. Pueden calcularse dos quintas partes de tierra superior vegetal, otras dos de terrenos medianos arcillosos, y la restante de tierra inútil para la labor, muy calcinosa y con cascajo, sin embargo estos mismos terrenos son útiles por sus maderas y canteras de cal, a escepción de algunos pocos salitrales que hay en la costa. En las tierras bajas se producen con mucha abundancia, caña, café, plátanos y generalmente cuanto se siembra, y en las altas y seborucos se da, no con tanta feracidad, café, plátanos, algodón y toda clase de menestras. Es estraordinario el progreso que ha tenido la agricultura en este partido, pues casi todas sus vegas son un plantío de caña, con muy buenos trapiches fábricas elegantes y costosas y máquinas de vapor y de agua, que al mismo tiempo que sirven para la molienda, se emplean en aserrar maderas, pilar arroces y otros granos.

Los caminos de comunicación entre las haciendas y el que va al puerto se hallan en el mejor estado: este último es tan sólido como el de Mayagues a la playa utilísimo para el trasporte de frutos, y muy cómodo para los caminantes; de un atolladero peligroso, se ha convertido en un delicioso tránsito y cómodo paseo para las gentes de a pie, y en un camino de primer orden para los traficantes. Los demáas caminos se hallan como todos los de la Isla.

En la playa se está formando una vistosa población, compuesta de los almacenes y casas de comercio, la que será muy en breve un nuevo pueblo distinto del principal poco menos de media legua.

En el partido hay tres lagunas, la nombrada de las Salinas en la playa de las Cucharas al O. del pueblo; otra entre el puerto Real y la ensenada de Cabullón, llamada la Guancha del S. y otra desde la citada ensenada de Cabullón y sitio de Palo verde, nombrada del Guanabo. Dos pequeños puentes, el del Obispo en el barrio del Membrillar camino de Capitanejo, y otro en el caserío de la playa, construido últimamente. La laguna de las Salinas es famosa por la sal que cuaja, capaz de abastecer toda la Isla a poco que se cuidase. En las faldas del cerro nombrado la Vigía, hay una cantera de piedra blanca de talla, la cual está a las inmediaciones del pueblo, y de la que se proveen dos hornos de cal que trabajan la mayor parte del año, y otra también de piedra blanca de talla, más sólida, en el cerro de piedras blancas, inmediato al río de Bucaná y barrio de Sabaneta.

Las maderas más conocidas y comunes en esta jurisdicción son, guayabacón, espinillo, tachuelo, ausubo, jiguerillo, tortugo, úcar, capaes, yaiti, roble, abispillo, carne doncella, caimitillo, guayajobana, guaraguao, palo de baca, berruguillo, cedro, nogal, palo de hueso, aguilón y otras, la mayor parte en las alturas, donde a pesar de estar bastante retiradas, no faltan buenas maderas para construir casas, que es el mayor uso que se hace de ellas, pues pudieran aprovecharse muchas en muebles por su dureza, vetas y hermosa vista.

El territorio está dividido en los barrios de Pueblo, Quemado, Caños y Pámpanos, Canas, Canas y Maguelles, Pastillo, Marueño, Portugués, Tibes, Machuelo abajo, Machuelo y Bayagán, Coto de los laureles, Real y Guano, Capitanejo, Bayas al S., Bayas al Norte, Sabanetas, Bucaná y Rábanos, San Antón, Bejuco blanco, Matojal y Playa, con sus respectivos Alcaldes, y hay cuatro de estos en el pueblo.

Las obras públicas son la Iglesia, que tiene rendida parte de la bóveda y cuya reedificación va a emprenderse; una hermita que sirve de Parroquia, la casa del Rey con los bajos de mampostería que es la Cárcel, una pirámide en el centro de la plaza con la inscripción de Plaza Real, un hermoso pozo para abastecer de agua al vecindario, perfectamente construido, el cementerio con cerca de mampostería, la vigía, casa y el correspondiente número de banderas para las señales, y la batería construida últimamente en la playa, para la defensa del puerto. El estado de la Cárcel es regular, lo mismo que su seguridad, es capaz el único calabozo que tiene de diez a doce presos, saludable por su ventilación y piso de tabla, elevado del suelo, donde descansan aquellos cómodamente.

En 1824 había 9.878 almas en este partido. En 1828 llegó el censo a 14.927, de ellas 4.326 blancos, 5.362 pardos, 548 morenos, 1.487 agregados y 3.204 esclavos. Varones 7.648 y hembras 7.279. correspondían a 2.985 por legua cuadrada. En 1830 nacieron 767, murieron 454 y hubo 96 matrimonios. Se vacunaron 91 personas, se suicidaron 3 y se ahogaron 2. Entre los vecinos se contaban 171 artesanos, 393 emigrados, 401 estrangeros domiciliados y naturalizados, un intérprete, un agrimensor, cuatro médicos, dos boticas, una escuela, dos escribanos, 63 tiendas y 13 ventorrillos, 121 casas y 178 bojíos en el campo.

Corresponde en lo militar al Departamento de que es cabecera, tiene tres compañías de milicias regladas, es Comandancia de cuartel, se halla situada la plana mayor del batallón 5to de Milicias de este pueblo; la batería de la playa perfectamente construida, cerrada y bien provista tiene 7 piezas de 4, 8 y 16, con cuerpo de guardia, almacén, respuesto y todo lo necesario a su defensa.

En la parte civil corresponde a la jurisdicción de la Villa de Coamo, y lo económico y gubernatibo lo desempeña el Teniente a Guerra y Sargento mayor de urbanos. Estos en la revista de 1830 presentaron 14 compañías, 45 oficiales, 1.469 urbanos, 124 jubilados y 194 aforados.

El Subdelegado del L. tiene aquí su residencia. El puerto es uno de los habilitados con Aduana, y los correspondientes empleados y cabos de resguardo. Es la tercera administración en rendimientos.

Un Subdelegado de la Marina con 122 matriculados, forman este gremio y había 18 balandras, 4 ancones, 9 canoas y 22 piraguas en 1828. En 1830 hubo la siguiente entrada y salida de buques.

Corresponde igualmente a la Vicaría de Coamo. La parroquia se erigió en 1788, dedicada a nuestra Sra. de Guadalupe y S. Antonio; tiene cura propio, Sacristán y Mayordomo de fábrica, y existen avecindados cuatro eclesiásticos. Los fondos de esta en 1830 fueron 4.945 ps. 1 real 31 mrs., el valor de sus alhajas 936. La hermita que sirve para celebrar interín se reedifica la parroquia, está dedicada a S. Antonio. Las seis cofradías que hay establecidas tenían de fondo 2.192 ps. 1 real 10 mrs. Estas y la parroquia disfrutan de 4.105 ps. de capitales, y el párroco de 3.060.

En 1824 contribuyó este partido con 11.357 ps. de subsidio y gastos públicos, y de derecho de tierras 338 ps. 6 rs. 21 mrs., correspondientes a 209 caballerías 48 cuerdas que poseen 1.323 vecinos. El total de 11.695 ps. 6 rs. 21 mrs. entre 9.878 individuos, resultó a 9 1/4 rs. por cada uno. En 1830 satisfizo 16.500 ps. de subsidio, 1.559 ps. 5 rs. de gastos públicos y 339 ps. 3 rs. 23 mrs. de tierrras, cuyo importe de 18.399 ps. 23 mrs. entre 14.927 individuos del último censo, corresponde a 10 rs. proximamente.

La estadística formada en 1828, presenta los siguientes datos.

Esta riqueza fue valorada en 1.275.859 ps. y sus productos en 438.018, y como el total de sus contribuciones en 1830 fue el de 18.658, resulta a 1 3/8 por ciento sobre la primera, y a 4 1/4 en los últimos. Los terrenos están graduados en 125 caballerías 164 cuerdas de monte, y 41 caballerías 129 cuerdas de pasto y labor.

Existen algunos baldíos en el barrio de los Meros y en las alturas de Tibes.

En la visita de 1824 dispuso el Sr. Latorre se recorriese la casa del Rey, se reparase la Iglesia, se abriese el camino a Utuado, compusiesen todos los de la jurisdicción, y se estableciese la escuela.

En 1825. Se estableció la vigía en una pequeña casa: se hizo un pozo en la plaza, y se compusieron los caminos del Portugués, Tibes, Adjuntas y calzada de las Magas.

Este partido se halla ya fuera de la infancia en la agricultura; los vecinos buscan comodidades, origen de la abundancia en muchos propietarios; se nota del descanso y lujo que ofrece la riqueza, y generalmente se halla entre ellos el gusto por la comodidad y placeres de la vida. Tanto más admirable es el rápido incremento que ha llevado este pueblo, cuanto que ahora 50 años, toda la bajura era hato de cerdos, palmares y bosques impenetrables, muy poco vecindario, lo que obligó a contratar con el párroco en contribuirle un peso por familia. No se conocía la caña, ni el café. Hoy existe vecino que vio la primera caña introducida en el territorio. Pero en el día se puede asegurar es el partido más labrador y productivo en azúcar, cuyos rendimientos, según el nuevo arranque que llevan las haciendas, las máquinas de vapor que se han establecido, las de aguas que se emprenden y el conato de los vecinos por aumentar las labranzas, serán un duplo en el presente a&$241o, lo que hará que este sólo pueblo ofrezca la octava parte de la riqueza de la Isla.