Historia de familia

Por Graciela Azcárate

 

 

 

La inmigración árabe en América #1

 

 

 

 

Riad Halabí era uno de esos seres derrotados por la compasión.

(…) Había llegado al país a los quince años, solo y sin dinero, sin amigos y con una visa de turista estampada en un falso pasaporte turco, comprado por su padre a un cónsul traficante en el Cercano Oriente”.

 

Eva Luna de Isabel Allende

 

En América, no importa que recorra los Andes venezolanos, la Guajira colombiana, los cañavelares de San Pedro de Macorís en República Dominicana, se adentre  en los cerros chilenos de Las Condes o recorra las calles polvorientas de los pueblos de la pampa Argentina, siempre a lo largo de más de cien años se encontrará con el carromato de “el turco” que vende telas, baratijas y proclama entre sus productos los “beines y beinetas”.

Todos los latinoamericanos tenemos en nuestra memoria un Riad Halabí corpulento, de ojos lánguidos y párpados gruesos, que nos mira desde el carro con un par de ojos sonrientes y verdes como las aceitunas mientras nos enseña el arte milenario del regateo.

La inmigración   árabe hacia América  empezó a finales del siglo XIX , se desarrolló a lo largo del siglo XX, llegando  hasta nuestros días.

Los primeros árabes llegan  a  finales del siglo XIX. Son emigrantes cristianos u ortodoxos que vivían en territorio  ocupado por el imperio  otomano.

Países como Siria, Líbano y Palestina fueron dominados por los turcos desde 1516 hasta 1917.

Es una extensión de tierra donde palestinos, fenicios, arameos y drusos conforman  una base social que determinó  a principios del siglo XX y después de la Primera Guerra Mundial el mosaico de estados nacionales que llega  hasta nuestros días, con una complejidad de problemas tales como el conflicto palestino con el estado judío.

Los palestinos son árabes que vinculan su origen a Palestina, una estrecha franja de territorio que se extiende desde la costa oriental del Mediterráneo hasta el río Jordán. El término romano de Syria Palaestina, del siglo II de la era cristiana, se refiere al tercio sureño de Siria e incluía a la antigua Judea. En el año 637, los ejércitos de la península arábiga  tomaron Jerusalén. En los 1.300 años siguientes (salvo en el período de las cruzadas), Palestina fue un distrito administrativo de imperios o gobiernos con capitales en otros lugares.

El origen de este pueblo es  arameo, amanita, cananeo y fenicios  que forman  las primeras ciudades conocidas en Palestina.

A partir de 2000 a.j.-C es tierra de revelaciones y de profetas. El país es conquistado por todas las potencias mediterráneas y mesopotámicas : Los acadios, hyksos, egipcios, hititas, sirios, babilonios, persas, griegos, romanos y bizantinos.

Hacia1190 a.J.-C. se termina la dominación  egipcia  y se establecen los filisteos. Del 1000 hasta el 920 es el reinado de David y de Salomón  hasta que en el año 636 se produce el ascenso del Islam.

Desde1096 se dan las primeras cruzadas que ocupan Jerusalén en 1099. En 1187          Saladín (Salah Eddine al-Ayyoubi) libera Jerusalén.

La caída de Constantinopla  en poder de los turcos   en 1453 inicia la dominación  otomana durante casi cinco siglos en toda la región.

Desde 1516 hasta 1917 se extendió el dominio turco hasta que después de la Primera Guerra Mundial se desintegra . Desde 1917, como producto de las resoluciones de posguerra se produce el Mandato británico y el 2 de noviembre Lord Balfourt promete "el establecimiento de  un hogar nacional para el pueblo judío (Declaración de Balfourt).

Al norte de Palestina, en el Líbano,  desde III milenio se produce la instalación de los cananeos y después de los fenicios.  En la costa libanesa se funda la ciudad de Tiro  y

A  partir de 2 300 a.J.C. el país es conquistado por los acadios, hyksos, hititas, sirios, persas, griegos, romanos y bizantinos.

En 1190 a.J.C. se fundan las primeras agencias fenicias en el Mediterráneo.

En el 637  el ascenso del Islam se continúa hasta 1516 con el inicio de la dominación otomana.En 1590 el emir Fakreddine, de la familia Maan, sube al poder; en 1697 el emir Bechir inaugura la dinastía Chehab, la cual es sucesora de Maan.

De 1832-1840          es conquistada  por Ibrahim, pacha de Egipto. En 1860 la guerra civil druso-maronita provoca la llegada de los franceses a Beirut.

En 1861 con la instauración del Moutassarifiat, se asegura la autonomía del Monte Líbano.

Es en 1916 que se celebra el acuerdo Sykes-Picot y en 1920          bajo el mandato francés, se produce la proclamación del Gran Líbano.

En 1943 mediante la proclamación del pacto nacional, se fijan las reglas de representación de las diversas comunidades religiosas y el 22 de noviembre se proclama la independencia; el 31 de diciembre de 1946 se retiran las tropas francesas.

En Siria, los arameos, amorritas, cananeos y fenicios formaron las primeras ciudades de Siria, las mas antiguas del mundo. La llegada  del islam en 637 transforma la región y desde

661 hasta el 750 bajo el califato de los Omeiades Damas se transforma en capital del Estado musulmán.

Desde el 750 al 868 los abásidas en Irak y posteriormente los tulunidas en Egipto controlan Siria.  En 1171 Saladin (Salah Eddine) funda la dinastía Ayubida; en 1516se produce la conquista otomana.

En 1916 es sometida al Acuerdo Sykes-Picot y en 1917en una gran  manifestación árabe se proclama a Faizal, hijo del jérife Hussein, rey de Siria.

En 1920 queda bajo el mandato francés y recién en 1941se produce la declaración la independencia.

Al liberarse del yugo turco estos países siguen siendo controlados por los mandatos británico o francés. Es una vasta región rica en yacimientos petrolíferos y riquezas del subsuelo que determinará una larga puja entre potencias.

Hacia  fines del siglo XIX las causas principales de emigración fueron económicas. Existen testimonios que cuentan que los turcos maltrataban a los sirio-libaneses y trataban de mantener al pueblo ignorante y analfabeto para ejercer un control total sobre estos pueblos. Empieza una emigración masiva hacia otros países. Los emigrantes eran principalmente jóvenes solteros que decidieron seguir el ejemplo de sus amigos al escuchar los relatos en los que se hablaba de las grandes maravillas que existían en el continente de todas las oportunidades : América.

Debido a la invasión otomana, los emigrantes partían con un pasaporte turco. Esto causó confusión en los países de destino en donde recibieron el alías de “turco”. Este sobrenombre aún se utiliza para referirse a los sirio-libaneses.

El principal destino de estos emigrantes era Norte América, seguida de Argentina, México y Brasil, países que representaban una protección contra todo tipo de persecución étnica y religiosa.

Colombia en aquel entonces era un país con guerras civiles y problemas económicos y administrativos a medida que crecía el descontento y la oposición contra del gobierno del general Rafael Reyes. Esta situación la convirtió en un destino menos atractivo para los emigrantes, sin embargo algunos árabes empezaron a instalarse en el norte del país. Llegaban a Puerto Colombia y se instalaban inicialmente en Barranquilla, que en aquel entones era la segunda ciudad más importante del país con un alto desarrollo económico, demográfico y social. A esta ciudad no sólo llegaban emigrantes de origen árabe, también se convierte en la residencia de judíos, alemanes, ingleses, franceses, americanos y hasta de venezolanos. Muchos emigrantes llegaron por error pues muchas veces los que se dirigían hacía los Estados Unidos o Argentina pensaban que habían llegado al final del viaje y se bajaban del barco. Muchos de estos tardaron mucho tiempo antes de enterarse que no estaban en el país al cual debían llegar en un principio.

En Colombia, por ejemplo, los primeros en llegar lo hacen alrededor de 1880. Empiezan a aparecer los primeros nombres árabes provenientes del Líbano, Siria y Palestina.

El señor Muvdi quien llega a los doce años de edad. Originario de Betyalá (Palestina), el cual tenía un hermano que había estado en Colombia y que le había hablado de las oportunidades que existían en ese país.

Las primeras actividades de estos recién llegados fueron muy restringidas debido a la ignorancia del idioma español. La venta ambulante fue la principal actividad pues la ignorancia de la lengua no les permitía ejercer otro tipo de empleo. Los Muvdi al igual que los primeros sirio-libaneses en Colombia empiezan vendiendo cordones, telas y mercancías variadas. Las ventas se efectuaban en las calles de Barranquilla. Los colombianos se sentían atraídos por todas las pequeñas cosas que eran vendidas por estos personajes de acento particular. Muchos de estos vendedores llegaban con la intención de “hacer la América”, es decir, trabajar durante unos 6 meses para después regresar con las ganancias al oriente. Por esta razón, este oficio se adaptaba perfectamente a sus ideas futuras. Pero muchos otros, al ver que las ganancias eran importantes empezaron a abrir pequeños almacenes en donde vendían los mismos productos de mercería. De esta forma empieza un proceso de instalación definitiva en Colombia y a partir de 1900 ya existen referencias de inmigrantes anunciando su mercancía en los diarios de Cartagena y de Bogotá. Para estos emigrantes el choque cultural no fue muy grande pues en la sociedad colombiana encontraron muchas similitudes con la de sus países de origen.

Ya sea en Colombia, Venezuela o República Dominicana todos tienen un inicio común

Cuando llegan empiezan a organizarse en el país, abren pequeños comercios pero necesitan personas que les presten ayuda en sus almacenes, y al no confiar en los lugareños se ven obligados a pedir ayuda a sus familiares en el país de origen. Surgen entonces las llamadas  “cadenas de ayuda”. El emigrante enviaba dinero o un pasaje para facilitar el viaje de un miembro de su familia. Al llegar, éste se ocupaba del negocio para así poder devolver el dinero que debía a su pariente. De esta forma llegan muchos inmigrantes a comienzos de siglo. Los que llegaban por sus propios medios no se encontraron con las dificultades de los pioneros pues su adaptación se efectúa muy fácilmente ya que encuentran muchos paisanos que estaban muy bien instalados desde hacía mucho tiempo; esto facilitará la integración de los recién llegados de una forma más rápida. Tal es el caso del señor Abuchaibe, originario de Betyalá, quien, en 1904 llega acompañado de su tío, Musa Abuchaibe, el cual ya había estado en Colombia dos veces y lo había convencido de efectuar el viaje en búsqueda de “El Dorado”. Al igual que otros emigrantes, don José empieza a trabajar para un comerciante sirio-libanés, vendiendo en la calle los productos del almacén de este señor. Vendía hilos, peines, polvos para la cara, perfumes, pomadas, espejos, collares. La solidaridad es la forma de protegerse en un país con legua y costumbres diferentes y esta cohesión del grupo, ya sea a nivel familiar o comunitario entre los miembros de un mismo pueblo de origen va a llevarse a cabo incluso hasta nuestros días. Las historias del Macondo de Gabriel García Márquez registra esa

ola migratoria  que se desarrolla hasta finales de los años 30, época en la que se empieza a decaer el movimiento migratorio en el continente americano a causa de la depresión de 1929. A partir de esa época por ejemplo en Colombia se empieza a restringir la entrada de inmigrantes. Esto no impide el desarrollo de los sirio-libaneses que ya habían alcanzado un alto nivel económico y social. A partir de 1930 la presencia árabe comienza a aumentar en la costa norte de Colombia Por esta razón muchos inmigrantes deciden trasladarse al interior del país, buscar otras ciudades en las cuales no hubiera tanta competencia comercial. De esta forma, los árabes se empiezan a establecer en otros pueblos de la costa norte, por ejemplo en Lórica, San Fernando del Viento, Cereté y Cienaga de Oro así que en otros pueblos. También se instalan en la región del departamento de Santander en ciudades como Cúcuta, Ocaña y Barrancabermeja al igual que en muchas otras ciudades del centro sur del país : Ibagué, Villavicencio, Buga, Girardot, Tunja. Cali y Bogotá sobresalían, en 1945, por el gran número de representantes de la comunidad árabe del país. Antioquia es el único departamento en el que no se encuentra esta presencia; los habitantes de esta región son conocidos por su espíritu de tenacidad y ambición y se piensa que por esto los sirio-libaneses encontraron un obstáculo para quedarse definitivamente.

Para los sirio-libaneses que decidieron quedarse definitivamente en Colombia, lo más importante fue tratar de buscar la manera de triunfar económicamente; esto lo van a conseguir gracias a la devoción al trabajo y al alma comerciante que los caracteriza.

Los sirio-libaneses aportan novedades al mundo del comercio. Instauran  un nuevo sistema de venta : el “crédito”. Se van a fiar los productos y se pagan por mensualidades. Este nuevo sistema de venta va a revolucionar el comercio, estimulando así el crecimiento del consumo.

La ascensión económica implicó igualmente la aceptación de la comunidad en las “élites”. Muchos de los miembros de esta comunidad van a participar en la vida pública de Colombia y van a enviar a sus hijos a la universidad. Se puede observar que entre las carreras que estudian se encuentran principalmente derecho y medicina, campos en los cuales los sirio-libaneses cuentan con múltiples conquistas. Un gran número de inmigrantes van a participar en la vida política del país.

Este fenómeno se da de la misma forma en otros países de América Latina, por ejemplo en Argentina Carlos Menen ex-presidente de la república, cuyos padres son libaneses o Abdala Bucaram en Ecuador. Los inmigrantes van a adherirse a los diferentes grupos políticos; pero también se van a encontrar sirio-libaneses en otros campos profesionales : periodismo, artistas, escritores y pintores entre otros.

El caso más llamativo es el del santandereano Gabriel Turbay, candidato a la presidencia de Colombia en los años 40. Llamado “El turco” por sus enemigos y opositores, este personaje alcanzó una posición muy elevada en el mundo político colombiano. Su carrera política es ejemplar : en 1924 es elegido diputado; en 1926 llega a la Cámara de Representantes. En 1933 es nombrado ministro de Gobierno y en 1935 ya formaba parte de la Dirección Liberal Nacional. Si no hubiera sido por su desaparición prematura en París, hubiera llegado a la Presidencia de la República. También podemos nombrar al abogado Moisés Elías Muvdi, hijo del señor Muvdi quien en los años 40 ya ofrecía sus servicios profesionales.

El fenómeno de inmigración sirio-libanesa presenta su más alto nivel a comienzos de siglo y dura hasta finales de los años 20, fecha en la que la inmigración comienza a decaer a causa de los grandes problemas económicos de 1930.

Durante los años 30 y 40 el movimiento migratorio es casi nulo. Una nueva ola migratoria empieza con los problemas en Palestina a causa de la partición de Palestina en 1947 y en consecuencia la creación del Estado de Israel en 1948. Como resultado muchos palestinos son obligados a abandonar sus tierras. Otro problema radica en que una parte del territorio palestino fue anexado a Jordania. De la noche a la mañana todos los habitantes de aquella región deben cambiar su ciudadanía Palestina por jordana; por este motivo los inmigrantes llegan a Colombia con pasaporte jordano.

En Colombia, en la actualidad los nombres más sobresalientes son de origen árabe.Turbay en la política, Gossain y Amat en el periodismo, y una artista de la música que ha mostrado al mundo un gran ejemplo de integración como Shakira Mebarak, de origen libanés.

 

 

 

 

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Por Graciela Azcárate

 

La inmigración árabe en América  #2

 

El imperio turco y las potencias coloniales.

 

Para entender los movimientos migratorios  que se dieron a principios del siglo XIX, a lo largo del todo el siglo XX y que todavía se dan es preciso saber que pasó históricamente con una extensa zona que abarca Turquía, Siria, Palestina, Líbano, Jordania, Irak y la península Arábiga.

Es sobre todo esencial para comprender la relación de poderes, las hegemonías políticas y la insoluble y violenta situación entre Israel y los palestinos.

Turquía está constituida por una parte europea -la Tracia Oriental- y una parte asiática -la península de Anatolia y la Armenia Turca- separadas por el estrecho de los Dardanelos, el mar de Mármara y el estrecho del Bósforo, formando una especie de "puente" entre Asia y Europa. Los turcos actuales descienden de los grupos étnicos originarios del Asia Central que se instalaron en Anatolia a partir del siglo XI. Hay minorías de origen kurdo , árabe  judío, griego, georgiano y armenio, cuyas expresiones culturales autónomas son severamente coartadas.

La religión es mayoritariamente islámica.

En el siglo VIII a.C los griegos fundaron la ciudad de Bizancio en el estratégico estrecho del Bósforo, que domina el tráfico entre el Mar Negro y el Mediterráneo. Luego de la conquista de Bizancio en el año 96 d.C. por parte de los romanos, el emperador Constantino dispuso su reconstrucción, la llamó Constantinopla y fue la capital del Imperio Romano de Oriente. Sobrevivió un siglo a la caída de Roma y del Imperio Romano de Occidente a manos de los mongoles.

Los turcos atacaron Constantinopla en 1453, le dieron el nombre de Estambul  y la convirtieron en capital del floreciente Imperio Otomano. En el siglo XVI los dominios del sultán Solimán el Magnífico abarcaban desde Argelia hasta el Cáucaso y desde Hungría hasta el extremo sur de la Península Arábiga, la  población ascendía a cincuenta millones de habitantes Los visitantes occidentales se maravillaban de la eficiencia y prosperidad del gobierno y del respeto que guardaba por los derechos de los campesinos.  Apartir del siglo XVII el imperio quedó rezagado por el impresionante progreso tecnológico y la agresiva expansión comercial de Europa occidental. La ruta hacia Oriente abierta por los portugueses, que circundaba el Cabo de Buena Esperanza, despojó al Imperio Otomano del monopolio comercial que ejercía entre Europa y Asia Oriental. Las fronteras del imperio cedieron ante la invasión de los mercaderes europeos, que introdujeron productos manufacturados franceses, ingleses y holandeses en la región oriental del Mediterráneo.

El destino turco anticipó los hechos que afectarían a China e India; todas se convirtieron en mercados periféricos donde los europeos imponían sus productos manufacturados y obtenían los alimentos y materias primas necesarios para sustentar la industria y el mercado laboral de Europa. Los artesanos turcos quebraron, la industria textil local no pudo competir con la tecnología británica.

En el siglo XIX, un movimiento modernizador conocido como Tanzimat impuso modalidades europeas, centralizó el Estado y aprovechó la tecnología moderna, el telégrafo y las vías férreas. Se firmaron acuerdos con Gran Bretaña y Alemania, pero la afluencia de capital y mercaderías  aumentó dependencia turca con Europa, una de cuyas consecuencias fue la gran deuda externa de Turquía que la convirtió en "el paria de Europa".

 A comienzos del siglo XX, debido al descontento con el gobierno autocrático, surgió la primera organización clandestina dentro de las universidades y academias militares. Fueron los "Jóvenes Turcos" que encabezaron una rebelión en julio de 1908 en Macedonia. El Sultán Abdul Hamid cedió ante las exigencias de una constitución que puso límite a sus poderes. Al año siguiente fue obligado a abdicar y lo sustituyó Mohamed V, quien confirió el poder real a los Jóvenes Turcos. Estos desarrollaron una política nacionalista. En la Primera Guerra Mundial, Turquía se unió al Segundo Reich y al imperio austrohúngaro. Con la derrota, el Imperio Otomano fue desmantelado y en la Península Arábiga y la región de los Balcanes surgieron muchos pequeños estados autocráticos. Las condiciones impuestas a Turquía conforme al Tratado de Sèvres en 1920 fueron tan humillantes que el jefe militar  Kemal Ataturk desplazó al sultán Mohamed VI, signatario del acuerdo, e inició una guerra de liberación nacional. Logró negociar un tratado  que se firmó en Lausana en 1923. Turquía fue eximida del pago de indemnizaciones de guerra pero a cambio, los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos fueron declarados aguas internacionales para el tránsito, en tiempos de paz, de buques de todas las banderas.

Ataturk proclamó la república y aprobó una nueva constitución. El gobierno emprendió un proceso de rápida modernización: se declaró la separación de la iglesia y el Estado; se sustituyó la escritura árabe por el alfabeto latino, y se invitó a las mujeres a dejar el uso del velo.

A la muerte de Ataturk, en 1938, los militares conservaron sus influencias en la política turca. El gobierno aplastó a los grupos de izquierda, que habían crecido bajo el influjo de la revolución soviética y durante la lucha contra el neocolonialismo.

Turquía, aliada de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un bastión antisoviético. Los norteamericanos construyeron grandes bases militares en territorio turco y paulatinamente la doctrina militar nacionalista fue dando cabida al concepto de "seguridad nacional" del Pentágono.

La historia de Líbano se confunde con la de Siria, de la que siempre formó parte. La presencia en esta provincia siria de un importante porcentaje de árabes cristianos, fue aprovechada por los europeos para llevar adelante sus designios coloniales sobre el este del Mediterráneo. Hacia 1831, el pujante Egipto de Mohamed Alí extendía su influencia hacia el norte, debilitando al decadente imperio otomano. Los europeos no querían que los otomanos se desmoronaran antes de estar ellos en condiciones de quedarse con los despojos. 

De las cinco potencias que intervinieron entre 1831 y 1834 en la "cuestión Siria", Rusia y Austria se repartieron con exclusividad  la parte europea de la "herencia turca" o sea la zona de los Balcanes; Prusia  y luego Alemania  y restaron dos finalistas para disputar la dominación de los países árabes: Francia e Inglaterra, que sólo en 1916 se pusieron de acuerdo: Siria y Líbano para Francia; Egipto, Jordania e Irak para los británicos. 

Francia separó administrativamente el Líbano de Siria y cuando sus últimos soldados se retiraron, en 1947, dejaron atrás dos estados. 

En 1952 subió a la presidencia del Líbano Camille Chamoun, quien adoptó una política exterior de neto cuño prooccidental.

Al año siguiente los disturbios se convirtieron en una verdadera insurrección en la cual musulmanes y cristianos se enfrentaron en una cruenta guerra civil. En julio de 1958 el presidente Chamoun autorizó el desembarco de 10.000 marinos norteamericanos en el Líbano, ofrecidos para "pacificar" el país. En los primeros años de la década de 1970, los musulmanes pasaron a constituir la mayoría de la población y comenzaron a cuestionar el sistema político tradicional, que reservaba el cargo de presidente a un cristiano y el de primer ministro a un musulmán sunnita para garantizar el equilibrio de estas comunidades. Las diferencias entre las distintas comunidades se superpusieron a una estructura económico-social injusta. La depredadora explotación colonial había provocado, además de la desaparición de los tradicionales cedros libaneses, el empobrecimiento de la tierra y de los campesinos. La distribución del trabajo y la riqueza reservó a los maronitas el control del gobierno y del ejército, en tanto que los sunnitas mantuvieron la hegemonía en el comercio, los drusos en los servicios, mientras los chiítas se dedicaban a tareas artesanales o se ganaban la vida como obreros o labradores. 

 La guerra civil, alimentada por estos antagonismos  estalló  en 1975, y la derecha cristiana usó como excusa "el problema palestino". El Líbano, que no había intervenido en la guerra árabe-israelí de 1973, concedió refugio a 300.000 palestinos en sus territorios australes, lo que sirvió a Israel como pretexto para justificar sus frecuentes incursiones a través de la frontera y sus bombardeos a la población civil. Las "falanges" cristianas libanesas, por su parte, fueron lanzadas contra los campamentos de refugiados. 

En 1976 tropas sirias, luego incorporadas a una fuerza de paz de la Liga Árabe, pusieron fin al conflicto y garantizaron la unidad del país. Perolas causas profundas de la guerra civil subsistieron, así como las incesantes agresiones de Israel. En 1981 la artillería de Israel bombardeó las ciudades de Tiro y Sidón , en tanto que fuerzas sirias instalaban misiles antiaéreos en el valle de Bekaa. En junio de 1982 el ejército de Israel invadió el Líbano. Las ciudades de Tiro y Sidón fueron ocupadas rápidamente y Nabatié y Trípoli devastadas por bombardeos, como primera etapa del operativo que Israel denominó "Paz para Galilea".

La guerra civil entre tanto dejó Beirut prácticamente destruida. Hubo millares de bajas en la población civil; fueron destrozados puentes, oleoductos y aeropuertos, hospitales y escuelas, grandes edificios y viviendas humildes, fábricas y museos. 

La elección del nuevo presidente no eliminó los resquemores de las distintas comunidades que convivían en el Líbano. La tendencia predominante en la Falange -el partido de gobierno- intentó sustituir la Alianza Nacional de 1943 por una nueva fórmula constitucional, que se basaría en la división del Estado en distritos y un gobierno federal central. Ello alentó el peligro de la atomización política del Líbano y de su partición en mini estados religiosos. La descentralización administrativa, no política, fue vista con interés por los líderes sunnitas y chiítas, en tanto que la comunidad drusa abogaba por una autonomía mayor. 

 La guerra externa e interna de 1975 a 1990 tuvo como resultado 94.000 civiles muertos, 115.000 heridos, 10.000 inválidos y 20.000 desaparecidos. Fueron desplazadas 800 mil personas. El salario mínimo se redujo de 187 a 27 dólares, y el desempleo trepó de 5,4 a 22%. La deforestación aceleró la erosión de los suelos, y el daño al patrimonio arqueológico y cultural fue considerable. 

A fines de la década de 1990l primer ministro al-Hariri impulsó el proyecto "Horizonte 2000" para la renovación urbana de Beirut, así como una reforma constitucional para extender el mandato presidencial de seis años por tres años más para obtener la estabilidad necesaria para su proyecto. Su idea de restablecer la condición del Líbano como mercado financiero central en Medio Oriente avanzó. Un plan de reconstrucción de la zona comercial y residencial de Beirut tropezó con el hallazgo de piezas arqueológicas, lo que motivó una controversia acerca de la importancia de su rescate y su incidencia en los costos de la renovación urbana. 

 

 

 

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Los Arabes en Republica Dominicana #3

 

 

El ensayista y crítico literario Edward Said, de origen palestino y el director de orquesta, Daniel Baremboin, de origen judío y nacido en Argentina han llevado ha cabo, entre los dos un programa único en su género. Hace una semanas han reunido en Andalucía una orquesta de músicos árabes y judíos, han saltado las sangrientas diferencias  entre uno y otro bando y han llevado a cabo un programa musical que reproduce lo que por cuatro siglos se vivió el Al Andalus

La convivencia de judíos, árabes y cristianos en tierras de Andalucía a lo largo de cuatro siglos hasta la diáspora de 1492.

Muchas veces al observar el comportamiento de la sociedad dominicana, la genética más profunda se reproduce y calca el comportamiento que por centurias aunó en España distintos credos.

República Dominicana, reprodujo a lo largo de los siglos aquella declaración del monarca español Alfonso El Sabio que dijo: " Soy el monarca de tres religiones" y dio abrigo de tolerancia por el igual a los invasores, a los extrañados y a los del lugar.

Por herencia, los árabes han convivido en la sociedad dominicana de manera armoniosa y creativa.

El historiador Orlando Inoa cuenta que lo llamativo de la composición social de la inmigración árabe al país, hacia 189o era su corta edad y la carencia absoluta de dinero.

Era una inmigración compuesta por jóvenes  hijos de agricultores de las montañas, cuyos reducidos ahorros se gastaban en comprar el pasaje hacia América.

Al llegar al país vivían con lo puesto, al día y hacinados en casas que se venían abajo. Durante veinte años vivieron de esta manera precaria hasta que lograron hacer un pequeño ahorro para dedicarse al comercio.

Por una petición del Congreso Nacional en 1896, los comerciantes de San Pedro de Macorís se refieren de manera negativa a los comerciantes árabes, " porque eran estrictos en los gastos, y modestos en su vida diaria".

En 1910, según el historiador Jaime de Jesús Domínguez, 47 árabes residían en una sola casa, el nivel de pobreza era muy grande y vivían en gran hacinamiento y apenas subsistían.

No solo pasaba esto con los árabes llegados a San Pedro de Macorís, con los de Santiago pasaba lo mismo a excepción de Baduí Dumit que había logrado hacer una base económica en Santo Domingo.

Alixa Naff que escribió e investigó sobre la inmigración árabe hacia América  y sobre todo hacia Norteamérica, describe la importancia que tuvo el buhonerismo en el sistema comercial del inmigrante. Empezaba a ganar dinero ni bien llegaba al país de recepción, no requería entrenamiento y no se necesitaba saber la lengua del país receptor.

En República Dominicana los buhoneros desarrollaron distintas estrategias de venta, como quedarse en las principales ciudades como Santo Domingo, San Pedro  de Macorís y Santiago.

San Pedro de Macorís fue el polo comercial más atractivo para las actividades de la inmigración árabe hasta la crisis de 1930, primero por el gran desarrollo de la industria azucarera, los importantes centros habitacionales en torno a los ingenios y la importancia estratégica del puerto.

Las principales compras se hacían por ejemplo en San Pedro de Macorís en las tiendas  la Casa Venus de la familia Manzur, que importaba todos sus productos de Francia.

Las ventas al detalle, las realizaba el buhonero que a su vez se aprovisionaba en distribuidoras de otros árabes, de las cuales tomaban a crédito.

De las tareas de buhonero, buscaba un punto fijo y todo el andamiaje de crecimiento y desarrollo posterior se basaba en la solidaridad dentro de la comunidad árabe. Cuando la familia de José Dájer Acra puso en San Francisco de Macorís una zapatería industrial, todos los árabes empezaron a usar sus zapatos.

Acra llenaba una carreta con las mercancías y salía a recorrer el país para venderlas incluyendo la frontera.

A fines de la década de 1940, Acra instaló una tenería y le vendía los zapatos a la Casa Lama también de comerciantes árabes.

En 1914, el Anuario Azul de J.P. Perelló consignaba que  los comerciantes  importadores eran en su mayoría árabes y  este directorio registraba 24 casas importadoras entre las que destacaban Chabebe, Dumit, José, Fadul, Ramia, Baduí, Zouain, Dájer, Gobaira, Haddad, Bojos, Julián, Haput, Haché, Jorge y Kouri.

En la ciudad de Moca se produce otro fenómeno similar  y las principales casas de importación y exportación pertenecían a familias de origen árabe como Isaías Azar, Sadik Baba, José Abraham, Jorge Dabas, Hnos. Caram, Gabriel Kourie, Julián Dabas, Hnos.Jamate, Nicolás Risek, y Alberto Tactuk.

En la ciudad que el buhonero seleccionaba para establecerse, reunía una larga clientela sobre la base de un nuevo sistema  de venta casa por casa y de pagos fiados y parciales. Eran tan numerosos a principios del siglo XX, que el municipio de Santiago gravó en 1901 la actividad con impuestos municipales muy gravosos lo que los obligó a desplazarse a lugares más alejados para eludir los impuestos.

En  el poblado de Salcedo la invasión fue de tal orden que se tomaron drásticas medidas para detener el avance de "los turcos" y vendedores ambulantes sin patente.

En 1902 el árabe Rafael Yermenos propuso al ayuntamiento establecer una policía rural contra los vendedores ambulantes sin patentes, a condición de que se le diera un tercio de las multas. El ayuntamiento aceptó y le dio la mitad de lo recaudado.

Los ingenios siempre representaron unas importantes plazas comerciales. En San Pedro de Macorís, frente al ingenio Puerto Rico los buhoneros árabes instalaron sus plazas. En la descripción que hace Juan Sánchez de la industria azucarera en el siglo pasado, dice que estaba conformado el pueblecito por las instalaciones del ingenio, las numerosas casas de jornaleros y empleados, en un número no menor a las 600 almas y donde se formaba un mercado de lo más concurrido los domingos adonde  acudían los árabes a efectuar sus ventas.

 Francisco Moscoso Puello en su libro Cañas y bueyes, dice que los árabes desde su llegada fueron la pesadilla de los bodegueros porque " los sirios con su voz melosa convencen a la peonada de que tienen buenos  y baratos artículos que ofrecer".

Los bodegueros trataron de echarlos lo más lejos de los ingenios pero los árabes les respondían que el comercio era libre.

Moscoso Puello escribe: "Ya en la tarde se le veía por los carriles que conducían a La Inocencia, subido a una carga enorme, como si fuera montado en un camello, llevando un surtido completo, de artículos  que vendían pocas veces al contado, y siempre a plazos largos a  sus buenos marchantes para cobrar en las quincenas. Los sábados y domingos, invaden la colonia y los campos, estos mulos conducidos por sirios,  llevando a los mismos bohíos y a los bateyes, artículos de novedades, baratijas, prendas enchapadas. No regresaban hasta el lunes. Aunque otros vuelven  a Macorís,  después de transcurridas semanas. Se hospedan de preferencia donde  sus paisanos, establecidos en fincas o en casa de algún marchante de confianza. Incluso algunas compañías azucareras les entregaron concesiones para operar las bodegas de los ingenios.

Juan Elías Giha, un árabe que llegó a principios de siglo  y se estableció en la Romana contaba cómo eran las actividades de él y de otros buhoneros  por los bateyes de San Pedro de Macorís. Era una actividad llena de riesgos y peligros. Eran asaltados y atacados por ladrones incluso durante  la resistencia campesina  contra la intervención norteamericana en 1916, al menos cinco buhoneros árabes fueron asesinados en los campos.

La norma era acumular un capital y rápidamente pasara a otro tipo de negocio, reservando su lugar de buhonero para amigos y allegados recién inmigrados.

Cuenta Orlando Inoa que  Nicolás Garib, recién llegado de Curazao a San Pedro de Macorís en 1907, y con apenas 17 años, logró reunir  cinco mil pesos en menos de diez años vendiendo baratijas. Con el dinero reunido viajó a Palestina a buscar esposa y regresó un tiempo después  para instalarse en el país definitivamente.

En general el árabe se caracterizó por invertir en áreas donde hacía crecer rápidamente su inversión. Santiago Dájer vulcanizaba neumáticos detrás del hospedaje de Villa Esmeralda, cerca del Mercado viejo. Julio Tonos , árabe de segunda generación fue el pionero en la fabricación de discos, Abraham Arbaje realizó un contrato con   el Ayuntamiento de Las Matas de Farfán mediante el cual suplió de energía eléctrica  al poblado por largos años hasta que llegaron las redes de la Corporación Dominicana de Electricidad.

En 1920, la familia Merip fundó  una fábrica de hielo en San Pedro de Macorís, dando un enorme aporte a la sociedad puesto que el hielo debía ser importado.

Ese mismo año José Lama en Azua  se declaraba como dueño de la fábrica de calzado La Antillana, además de una tenería.

En Pimentel para la década de 1950 la familia Achecar tenía dos farmacias  con parlantes en las terrazas desde donde transmitían novelas cubanas.

En 1912 Najib Acra fundó una fábrica de camisas en Sánchez, aprovechó el puerto para traer la materia prima de Alemania, él había conocido muchos estudiantes alemanes en la Universidad de Beirut donde había estudiado y aprovechó el ferrocarril para distribuir la mercadería en el Cibao. En San Pedro de Macorís la familia Hazim fundó una fábrica de camisas llamada Shell Dominicana que surtía al Central Romana. También los hermanos Antún fueron propietarios de una fábrica de camisas en Santo Domingo.

La primera generación de árabes se dedicó al comercio. En las generaciones siguientes incursionaron en la comercialización de productos agrícolas. En 1912, José Canaán era el principal comprador de tabaco en el Cibao y para la misma fecha era el más grande exportador de cacao de la región. Al finales de 1920 Baduí Dumit empezó a comercializar el arroz y Juan Michelén se radicó  en San Juan de la Maguana con un servicio de cien mulas  para el acarreo de la carga.

La industria azucarera también atrajo la inversión árabe. El doctor Antonio Zaglul recordaba los inicios de su padre en un almacén de abarrotes y la reinversión en cañaverales que después se vendían al ingenio. La crisis de 1929 les hizo perder toda la fortuna acumulada.

Con mucha gracia recordaría años después: "Mi padre, inicialmente un buhonero libanés, terminó siendo un rico terrateniente azucarero. Se hizo rico con la caña de azúcar y luego se arruinó con ella. Yo viví  como niño rico y como joven pobre por obra y gracia de la bancarrota de 1929".